Piensa en una mañana cualquiera en tu rutina. Seguramente antes de salir de casa habrás enjabonado tu cuerpo en la ducha, cepillado tus dientes con cuidado y maquillado tu rostro frente al espejo. Son solo algunos de los gestos cotidianos que repetimos como un ritual cada día, sin ser conscientes del enorme peso que tiene la industria cosmética en nuestras vidas y del impacto ambiental que genera en el planeta.
Puede parecer una afirmación exagerada, pero cada persona que vive en España emplea una media de siete productos cosméticos diarios, según datos de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa). Imagina eso multiplicado por los 47 millones de habitantes del país y podrás hacerte una idea del volumen de cosméticos que son consumidos anualmente en nuestro territorio. Con la contaminación que esto implica.
La importancia de las materias primas
Porque en el mundo de la cosmética confluyen varios factores contaminantes. Por un lado, el origen de las materias primas empleadas. “En la cosmética convencional la gran mayoría de aceites y conservantes que se utilizan vienen del mundo petroquímico. Esto significa que se tiene que hacer la extracción del petróleo, con lo que eso contamina”, explica nuestro compañero fundador de Saigu, Gerard Prats, que es químico y apasionado del medio ambiente.
Por si fuera poco, muchos productos cosméticos “contienen polímeros plásticos que no tienen una biodegradabilidad fácil, por lo que quedan en el medio ambiente”, remarca Gerard. Por poner un ejemplo, las pequeñas esferas de color azul que hay en algunas pastas de dientes y cremas exfoliantes son en realidad microplásticos que no desaparecen al ser tragados por el desagüe: debido a su pequeño tamaño no pueden ser filtrados por las depuradoras y terminan en las aguas marinas, donde son ingeridas por los animales y pasan a formar parte de la cadena alimentaria, tal y como ha denunciado Greenpeace.
Huella de carbono
Pero las materias primas no constituyen el único factor contaminante vinculado a la industria cosmética. Según razona Gerard, la huella de carbono generada por el transporte de los productos cosméticos convencionales no es nada desdeñable. Tras ser extraído, el petróleo empleado en cosmética debe ser trasladado a fábricas “que generalmente están localizadas en China, Estados Unidos y Europa”, donde es sintetizado para ser trasladado de nuevo a los distribuidores que acabarán vendiendo al productor o al fabricante de cosmética, en lo que supone un doble circuito contaminante. Así, teniendo en cuenta que un viaje en avión entre España y China supone la emisión de 3,1 toneladas de dióxido de carbono, tal y como señala la calculadora del proyecto 'CeroCO2'. La cifra se multiplica en los casos en los que es necesario realizar varios viajes hasta obtener el producto cosmético final.
Además, muchas compañías cosméticas optan por mezclar y envasar sus productos en China para abaratar costes. En el gigante asiático, la legislación en materia medioambiental es mucho más laxa que en Europa, lo que implica que durante el proceso de producción “no hay control de residuos y se contaminan ríos y espacios naturales”, tal y como lamenta el fundador de Saigu.
El envoltorio importa
Otro aspecto relacionado directamente con la contaminación es el packaging de los productos cosméticos. El plástico, al ser barato, ligero y fácil de transportar, es el material predilecto para el envasado. No obstante, su durabilidad hace que sea un mal aliado de la salud del planeta. Existen diferentes tipos de plásticos cuyo tiempo de descomposición varía, pero -en términos generales- el tiempo que tarda un plástico en desaparecer oscila entre los 100 y los 1000 años. Esto nos enfrenta a una certeza dura e irrefutable: el envase cosmético que arrojamos al contenedor permanecerá más tiempo en el planeta de lo que lo haremos nosotros.
Consumo consciente para cuidar el planeta
Ante este panorama, resulta sencillo desmoralizarse. Sin embargo el amor por la cosmética no es incompatible con el respeto al planeta. No es necesario que renuncies a mimarte, basta con que practiques un consumo consciente de productos cosméticos. Trata de no comprar por impulsos para evitar que las vitrinas y cajones de tu baño se conviertan en un mausoleo polvoriento de botes de maquillaje, cápsulas de perfume y cremas hidratantes que jamás usarás. Y cuando realmente necesites o te apetezca comprar algo, investiga la política medioambiental que esa marca tiene detrás, más allá de eslóganes fáciles.
Ten en cuenta que en los últimos años se ha extendido en la industria cosmética la moda del ‘greenwashing’, consistente en tratar de vender cómo sostenibles productos que en realidad no lo son. Pero, el hecho de que un producto utilice materias primas naturales no significa que sea respetuoso con el medio ambiente, ya que de nada sirve utilizar aceite de coco o manteca de aguacate si estos ingredientes proceden de la otra punta del planeta y para traerlos hasta tu supermercado se emiten cantidades desorbitadas de CO2.
Por ello, apuesta por marcas que busquen la sostenibilidad en todo el proceso, desde la utilización de ingredientes naturales de proximidad hasta el envasado. Mediante este pequeño gesto estarás contribuyendo a proteger el futuro de la Tierra al tiempo que impulsas la economía local. Aplícate esa máxima que afirma que la mejor manera de cambiar el mundo es empezar por uno mismo y convierte algo tan cotidiano como es la cosmética en tu propio compromiso ético. Hay quien sostiene que lo personal es político. Y hay pocas cosas más personales que la cosmética, por lo que apoyar una industria sostenible y ecológica puede ser una pequeña gran revolución.
3 comentarios
Muchas gracias por el post. La verdad no sabía nada de lo que pasaba con los cosméticos y está muy bien explicado. Muchas gracias!
Hola! Querría saber de que material está fabricadi el recipiente contenedor de la barra de labios.
Atentamente.
Cesca.
Gracias, gracias, gracias!!! Trabajo en el mundo de la cosmética (convencional) y doy fe de todo lo dicho. De nuevo, gracias por colaborar y aportar en pro de la sostenibilidad, este gran proyecto del que somos todos responsables! Si el compromiso es sincero, de nuevo Gracias!
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