¿Qué es la doble limpieza?
Son los dos primeros pasos de la rutina facial. Ambos suponen la base de cualquier pauta de cuidado cutáneo, ya que si la piel no está limpia, no importa cuántos productos o qué ingredientes apliquemos a continuación, no serán efectivos si no partimos de ese “lienzo en blanco”. Recordemos esto: una piel limpia es una piel más sana.
¿Quién es quién?
Los protagonistas de la doble limpieza son dos: un limpiador de base en aceite y otro de base acuosa.
El limpiador en aceite es el primer paso. Como su nombre indica, está formulado con ingredientes oleosos. Pero no nos asustemos, son aceites formulados específicamente para usarse en la piel del rostro, así que no tienen nada que ver con los aceites que podemos tener en la cocina, como el de oliva o girasol, sin tratar. Estos aceites emulsionan, por lo que se retiran al enjuagarlos con agua.
Su función es eliminar el maquillaje (sobre todo el waterproof), la protección solar, así como residuos grasos o suciedad que hayamos podido ir acumulando a lo largo del día.
Podemos encontrar este limpiador en varios formatos: aceite, bálsamo, stick... Los aceites son más ligeros, mientras que los bálsamos tienen una consistencia sólida que se derrite al entrar en contacto con la piel. Todos cumplen la misma función y se usan de la misma forma, elegir uno u otro dependerá de nuestras preferencias.
El limpiador de base acuosa es el segundo paso. Se compone de agua y de tensioactivos que se encargan de rematar la faena. Después de eliminar la grasa, el maquillaje o el protector solar, este tipo de limpiador nos ayuda a darle un buen repaso a la piel y retirar restos del aceite desmaquillante y/o residuo que haya podido resistirse. También puedes usarlo como paso único para limpiar la piel de impurezas como la polución, el sudor o restos de cosméticos.
En cuanto a formatos, es el producto que más variedad ofrece: podemos encontrar limpiadores en gel, espuma o leche, pero también los hay sólidos o en polvo (prácticos para viajar, emulsionan al mezclarlos con agua).
¿Cuándo debo realizar la doble limpieza?
Lo recomendable es al menos una vez al día, preferiblemente por la noche, ya que durante la jornada acumulamos bastante suciedad y necesitaremos retirar, al menos, el protector solar. Sin embargo, podemos realizarla dos veces e incluir la mañana, así eliminamos restos de sudor y de productos cosméticos que hayamos aplicado la noche anterior.
¿Y si no me maquillo?
Ésta es una de las preguntas que se repite con más frecuencia. La doble limpieza es recomendable para todas las personas, incluidas aquellas que no se maquillan. Como ya hemos indicado, el aceite limpiador no solo retira el maquillaje, sino que también elimina el protector solar (que deberíamos usar a diario), así como cualquier residuo graso que se haya podido acumular en nuestra piel a lo largo del día (o la noche).
Sin embargo, queremos ser honestos y recordar que nadie (use o no maquillaje) está obligado a realizar estos dos pasos, aunque sí son recomendables para asegurarnos de que hemos limpiado la piel correctamente y en profundidad.
¿Y si mi piel es grasa o acneica?
Las pieles grasas o con tendencia acneica suelen mostrar cierto recelo cuando oyen la palabra “aceite”. Lo entendemos, si notamos cierta sensación grasa en la piel, lo último que deseamos es incrementarla o arriesgarnos a que se nos obstruyan los poros y nos salgan comedones. Sin embargo, debemos entender que un aceite limpiador jamás nos dejará residuo graso, ya que está poco tiempo en contacto con la piel (el justo y necesario para que actúe y elimine la suciedad). Después, emulsiona y se retira con agua, por lo que cualquier rastro desaparece.
Evidentemente, hay una gran variedad de productos en el mercado y podemos encontrarnos con aceites o bálsamos limpiadores que no emulsionen del todo bien y dejen cierto residuo. Pero, incluso en esos casos, el segundo paso (el limpiador de base acuosa) viene al rescate para eliminar cualquier resto de aceite.
En resumen: sí, las pieles grasas y acneicas pueden realizar la doble limpieza. Es más, la van a abrazar por lo bien que retira el exceso de sebo. El aceite combate el aceite.
Así es la doble limpieza de Saigu
En nuestro compromiso por cuidar tu piel y ayudarte a que luzca su mejor versión, desde Saigu apostamos por la doble limpieza con nuestros dos limpiadores: Calma y Brisa.
Calma es nuestro aceite desmaquillante. Su textura es oil-to-milk: el aceite desintegra el maquillaje y cualquier resto de protector solar y, al contacto con el agua, emulsiona a una leche que deja una piel suave, limpia e hidratada.
Su fórmula es apta para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles. También pueden usarlo pieles grasas o con tendencia acneica, ya que no contiene ingredientes comedogénicos y presenta una correcta emulsión.
Ingredientes destacados:
- Aceite de Oliva Ecológico: Presenta una doble función hidratante y antioxidante que previene el envejecimiento celular y la pérdida de elasticidad y firmeza.
- Aceite de Girasol: Altamente hidratante, perfecto para las pieles más deshidratadas. Gracias a su contenido en vitamina E y ácido linoleico fortalece la función barrera de la piel.
- Extracto de Caléndula: Regenera, suaviza y calma la piel, es perfecto para pieles dañadas o castigadas.
- Extracto de Pino Silvestre: Tiene propiedades antioxidantes que protegen la piel de los radicales libres y de los signos de envejecimiento prematuro. Además, gracias a sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias, es perfecto también para pieles sensibles, grasas o con tendencia acneica.
- Vitamina E: Es un gran antioxidante que protege la piel de los radicales libres y además previene la oxidación de los aceites de la fórmula para que dure en perfectas condiciones más tiempo.
Brisa es nuestro gel limpiador. Su textura es ligera y en contacto con el agua forma una espuma muy fina que limpia con suavidad la piel respetando su pH. El resultado es una piel limpia y fresca. No deja sensación tirante y tampoco reseca la piel.
Su fórmula es apta para todo tipo de pieles gracias al uso de tensioactivos no iónicos, que son suaves y respetuosos con todo tipo de pieles, incluso con las más sensibles.
Ingredientes destacados:
- Extracto de manzana de Girona: Es hidratante, antioxidante y antiinflamatorio. Se obtiene a partir de los subproductos procedentes del procesado de la manzana en la industria alimentaria, aprovechando los residuos en cooperación con un cultivador local de manzanas.
- Extracto de chirimoya de Granada y Málaga: Es perfecto para pieles secas y maduras gracias a su alto contenido en carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales.
- Extracto de naranja de Valencia: Rico en vitaminas A y C, carotenos, ácidos orgánicos, flavonoides, carbohidratos y pectinas, posee propiedades antioxidantes, calmantes e hidratantes. Es ideal para pieles maduras, sensibles, irritadas, con problemas de rojeces o rotura de capilares (rosácea, caparrosa, telangiectasias).
¿Cómo los uso?
Aunque ya hemos explicado cuándo debemos realizar la doble limpieza, ésta es nuestra propuesta de rutina con Calma y Brisa:
- Por la mañana, usa Brisa como único paso de limpieza. Este gel será suficiente para retirar del rostro cualquier resto nocturno antes de aplicar los demás productos y empezar el día.
- Por la noche, usa ambos: primero, Calma, para retirar el maquillaje, protector solar y/o residuo graso; después, Brisa, para rematar la faena.
3 comentarios
Hola ,quería saber si después de usar el aceite Calma , hay que retirarlo con agua o es suficiente con una toalla o algodón . Para después ir l segundo paso y usar el gel brisa y aclarar nuevamente con agua. Gracias
Con estos pasos de limpieza necesito tonico despues?
Aún no han salido pero estoy feliz de por fin. Tener este tipo de productos con ingredientes naturales. Cada vez me hacéis más feliz. Volveré a dar mi opinión, pero viendo los ingredientes ya sé que serán maravillosos
Deje un comentario