Cada vez que llega esta fecha no podemos evitar mirar atrás y revivir ese 14 de febrero de 2019 en el que lanzamos el proyecto Saigu. También nos volvemos a echar las manos a la cabeza de por qué elegimos justo el día de San Valentín para hacerlo porque desde el punto de vista de la comunicación y la publicidad nos va fatal.
Pero también hacemos balance, como hace uno en Nochevieja y en su cumpleaños y en estos seis años nos han pasado cosas que aquel día nos parecían imposibles, otras que deseábamos con todas nuestras fuerzas y otras que ni en nuestros mejores sueños.
Ser familia numerosa de productos
Cuando le dimos al botón de publicar en la web teníamos a la venta cuatro productos que, a día de hoy y tal y como nacieron, han pasado todos a mejor vida. Se trataba de la base de maquillaje fluida que es el eterno best seller pero que fue reformulada el año pasado, había una máscara de pestañas en varios colores, entre ellos un azul turquesa espectacular, que también fue superada por la Click and Long, y dos líneas de labiales con nombres de calas y playas de Menorca que todavía resuenan en la memoria de muchos de nosotros y de clientas que nos acompañan desde el principio.
A día de hoy tenemos ya más de 15 productos y con muchos nuevos en el horno a punto de sonar la alarma de que están listos para servir. Nos imaginamos que los padres de familias muy numerosas deben sentir un poco lo que nosotros por los productos… llega un momento en el que confundes algunos nombres y, secretamente, tenemos más afinidad con unos que con otros, pero les queremos a todos por igual y nos encanta ver el cariño que reciben de las personas que los usáis.
Llegar a tantas personas
Tuvieron que pasar unos días hasta que llegó la primera compra de una persona que no era ni familiar, ni amiga, ni conocida de ninguno del equipo. ‘En serio no la conoce nadie?’… y ahí es cuando comenzó esta relación con nuestra comunidad en la que nos queremos como si fuéramos familia.
Pero de esas familias que se quieren, se apoyan, se alegran cuando te pasa algo bueno y están ahí para apoyarte en todas las locuras que quieras emprender. Una familia cada día más numerosa pero de la que conseguimos estar igual de cerca que el primer día.
Están las 315 mil que siguen nuestros pasos en redes sociales, las 180 mil que reciben nuestras newsletters más íntimas en sus correos, las casi 50 mil que tienen nuestra app instalada en sus móviles y las más de 20 mil que vinieron a visitarnos el año pasado en persona al Saigu Lab de Barcelona o a las pop ups de Madrid.
Veros en persona
Hace seis años no se nos pasó por la cabeza tener tiendas propias. Aunque el recorrido natural de alguien en cosmética es que primero abra una tienda en su barrio y luego se ponga las pilas en el online, nosotros empezamos la casa por el tejado porque podríamos decir que éramos ‘tejadistas’ profesionales. Sabíamos de web, de redes, de comunicar, de crear contenido online, pero ni idea de levantar una persiana y decorar un escaparate.
Esto lo hemos tenido que aprender con los años y qué duro fue al principio. Qué dura esa primera reforma que parecía que no se acabaría nunca, que le costó la salud a David, el CEO, pero que fue tan satisfactoria al terminar. Mirábamos cada rincón de la tienda-laboratorio como si fuera nuestra casa y abrimos sus puertas con todo el cariño del mundo para que vinierais a conocernos en persona.
Luego llegaron las pop ups de Madrid en las que recreamos la misma experiencia y cercanía que en Barcelona y también fueron un éxito. Tanto que le hemos cogido el gustillo y tenemos previsto instalarnos definitivamente en la capital y en unos cuantos sitios más.
Maquillar rostros tan reconocibles
Aunque ahora esté muy de moda que una persona conocida, ya sea cantante, actriz o maquilladora, decida crear una marca de cosmética y utilice su fama para impulsarla. Pero no es el caso de Saigu. Aquí somos gente de a pie. Profesionales de lo nuestro y con muchos sueños por cumplir. Pero no estábamos nada puestos en el mundo del brilli brilli.
Es verdad que hemos ido poco a poco, que primero fueron nuestras amigas las creadoras de contenido de belleza a las que seguíamos en redes desde hace siglos. Nos amistamos también con cada vez más maquilladoras con ellas poco a poco fueron llegando actrices, cantantes, presentadoras… Todos estos gremios que tienen una enorme exposición mediática y para las que la cosmética y el maquillaje son una herramienta crucial en su trabajo.
Ha sido una experiencia preciosa porque las hemos ido conociendo y nos hemos dado cuenta de que a parte de personas bellas son también bellísimas personas. Hasta el momento todo han sido experiencias espectaculares, sonrisas gigantes y agradecimiento por poder ayudarnos mutuamente en este camino de la visibilidad pública.
Recibir la felicitación de la Reina
Las pasadas Navidades fuimos la comidilla de las cenas familiares y el orgullo de nuestras madres porque poco antes de irnos de vacaciones nos llegó una felicitación de la Casa Real concretamente de la secretaría de Su Majestad (S.M.) la Reina.
Esto sí que nos lo llegas a decir aquel 14 de febrero de 2019 y nos hubiese estallado la cabeza. Porque una cosa es que le preste atención a tus productos alguien con mucha exposición pública y otra es que tu proyecto alcance a alguien con una proyección tan estratosférica.
Todo empezó porque un día dijimos ‘oye, y por qué no’… y enviamos algunos de nuestros productos y poco a poco fuimos mandando algunos de nuestros lanzamientos. No hemos tenido el gusto de conocer a S.M. en persona pero, el hecho de que se acordara de nosotros en sus christmas, nos hizo una ilusión increíble a todo el equipo y lo celebramos como si nos hubiese tocado la lotería.
Patrocinar los premios Goyas
Este es otro de los sueños que no nos atrevimos a tener, ya no digamos hace seis años, porque incluso dos días antes de la gala todavía nos estábamos pellizcando. Y si dices ‘oye, tampoco nos pasemos, al final es un patrocinio’ podemos entender tus reticencias pero para nosotros sí es muy importante y te explicamos por qué.
En primer lugar porque, por mucho que haya que pagar, se ha de tener un nivel y la Academia debe confiar en la calidad de tus productos y la profesionalidad de tu equipo para darte ese espacio en un día tan importante para la industria del cine. Y eso, para una marca que solo tiene seis años, pues no es poca cosa.
En segundo lugar nos encontramos en un punto en el que Instagram ya es nuestra zona de confort y necesitamos salir de ella para conocer gente nueva y darnos a conocer en otros espacios en los que nos sentimos menos cómodos. Por eso nos enfundamos nuestros esmóquines y nuestros vestidos de noche y disfrutamos muchísimo de poder formar parte de la noche grande del cine una semana antes de celebrar el sexto aniversario de Saigu.
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