Esto ya lo averiguaron antes que nosotros los que intentaban impulsar un cambio en la industria de la moda. Los que querían dejar de emplear menores de edad semi esclavizados en la manufactura de las prendas. O los que pretendían proponer una alternativa para que disminuyera el consumo de la carne y con ello el maltrato de los animales en esta industria. Si lo que ofreces no tiene una calidad igual o incluso superior al producto que quieres sustituir, por muy loables que sean tus intenciones, por muy contundente y comprometida que sea tu comunicación, no llegarás a generar ningún cambio.
En Saigu también entendimos pronto que, por muchos esfuerzos que hiciéramos para que nuestros ingredientes fueran naturales, veganos y de proximidad, si el resultado de los productos en tu piel no era espectacular, no íbamos a conseguir nuestro objetivo.
Porque tenemos uno muy ambicioso. Queremos demostrarle a la industria de la cosmética y al mundo entero que se pueden crear productos de calidad profesional teniendo la sostenibilidad y el respeto por las personas y el planeta como prioridades principales en lugar de únicamente los beneficios económicos. Pero, para que se fijen en nosotros, tenemos que llegar a facturar miles de millones y convertir Saigu en un fenómeno de masas internacional.
Esto no lo vamos a conseguir pretendiendo que la gente compre Saigu por activismo o por principios. No te vamos a pedir que te vengas por nuestros valores, y mucho menos que te quedes únicamente por ellos. Sabemos que la verdadera razón por la que has comprado algún producto de Saigu, o te estás planteando hacerlo en la próxima Green Week del 20 al 27 de noviembre, es porque has oído hablar de su calidad. Y así es como se ha ido expandiendo la noticia de que hay una nueva marca española de maquillaje que está desbancando a otras pertenecientes a multinacionales con años de experiencia en el sector de la cosmética.
Pero creemos que ni siquiera sería justo que pretendiéramos que tú vayas con la máscara de pestañas corrida, con el pintalabios reseco o con la base parcheada por un objetivo social o medioambiental. Tu piel tiene unas necesidades y tú tienes unos gustos que necesitas complacer con el mejor producto que haya en el mercado. Nuestro trabajo es formular esos mejores productos y ganarnos un hueco en tu corazón y en tu neceser compitiendo con las marcas más reconocidas de la industria de la cosmética.
La prioridad es la calidad, aunque cueste más
Porque el compromiso principal de Saigu es contigo, con la calidad del producto que vas a usar todas las mañanas antes de empezar tu ajetreado día y que tiene que dar la talla y cumplir su función hasta que te lo quites por la noche. Jamás se nos ocurriría sacar un producto mediocre, o sin más, solo porque es sostenible y cumple con el resto de nuestros valores. A estas alturas, después de casi cinco años, en el laboratorio de Saigu languidecen varios productos en los que hemos trabajado durante meses y que finalmente no han cumplido con nuestros estándares de calidad, así que los hemos dejado apartados con la intención de seguir trabajando en ellos.
No sabes lo duro que es alcanzar una calidad tan alta para que tú no te des cuenta de que el producto está hecho con ingredientes naturales, veganos, sostenibles y de proximidad. Hay una gran labor de investigación científica detrás para obtener los mismos resultados que la industria de la cosmética tradicional ha alcanzado después de décadas de investigación y utilizando ingredientes sintetizados químicamente que proceden de derivados del petróleo. Lo que poco a poco estamos consiguiendo en Saigu es impulsar esa innovación y desarrollo en las empresas proveedoras de materias primas para la cosmética pero con nuestras premisas y valores.
Asumimos el coste de no destruir el planeta
El otro compromiso que nos hemos puesto en Saigu es con el medio ambiente, con la sostenibilidad. Ya sabemos que es una palabra que actualmente está en boca de todas las marcas. Algo que es positivo y negativo a la vez. Nos alegramos de que aumente la concienciación, pero también se han desdibujado los límites y muchos invierten más en parecer sostenibles que en serlo realmente. Y es que esto es un camino, como hemos dicho muchas veces. Porque lo mejor para el medio ambiente sería que no produjéramos nada, que no enviáramos ningún paquete y que molestáramos a la naturaleza lo mínimo posible.
Así que la alternativa es el cambio de enfoque. Dejar de normalizar que las empresas hagan lo que sea con tal de minimizar sus costes y maximizar sus beneficios. Por eso en Saigu decimos que todas nuestras decisiones se toman priorizando la sostenibilidad. Vamos a elegir el envase producido en Europa y que es cuatro veces más caro que el que viene de Asia con la contaminación que su transporte conlleva. Vamos a preferir el ingrediente de un productor local de fruta ecológica al que nos ofrezca un proveedor que importa desde la otra punta del mundo y nos lo vende por la mitad de la mitad de lo que cuesta aquí. Y así con todo.
Tampoco cuesta tanto tratar bien a las personas
Por último, en Saigu tenemos un compromiso con las personas. Algo que suena a paja mental marketiniana pero para nosotros es muy real y lo llevamos a la práctica en muchos ámbitos. Desde las personas que forman nuestro equipo cada vez más grande y por las que nos desvivimos para que estén bien, cobren lo máximo, puedan conciliar su vida familiar y se puedan desarrollar profesionalmente. Pasando por las personas que están detrás de nuestros proveedores a los que no les bajamos los precios para que ellos a su vez puedan asumir costes, salarios y vidas dignas. También tratamos como personas a los creadores de contenido y no como a meros números o canales de comunicación que se utilizan para alcanzar objetivos de venta. Y acabando contigo, para cerrar el círculo del compromiso, para quien desarrollamos productos con la calidad de los que haríamos para nuestras madres, trabajamos una comunicación que realmente te aporte y te enriquezca y atendemos todas tus dudas, necesidades e incidencias como si fueras una amiga de la infancia.
Pero en Saigu vamos incluso más allá. Porque sabemos que la cosmética y el maquillaje no son productos de primera necesidad y hay muchas personas que no alcanzan a cubrir las necesidades más básicas de alimentación. Por eso cuando se acerca el final de año que es la época de mayores transacciones del año, ya hemos convertido en tradición donar una parte de nuestros ingresos a la Federación Española de Bancos de Alimentos. Y desgraciadamente, por los trágicos acontecimientos internacionales que aquí nos golpean en forma de aumento de precios de los alimentos y crisis económica, cada año hay más personas que piden ayuda a los bancos de alimentos locales para llenar sus neveras.
Por lo tanto, cuando compras Saigu porque te gustan nuestros productos, estás contribuyendo a que se expandan todos estos valores que tenemos y que ponemos en práctica cada día. Puede que estés de acuerdo con ellos y te alegre saber que estás participando en una buena causa. O tal vez te de absolutamente igual, no te lo hayas planteado nunca y lo único que quieras es un buen corrector que te tape las ojeras por la mañana. Independientemente de cuál sea tu caso, en Saigu seguiremos desviviéndonos por llegar hasta ti y hasta cada vez más personas. Porque solo así podremos expandir nuestra visión y construir el mundo en el que queremos vivir.
13 comentarios
Estoy esperando mi primer pedido, ya os cuento.
Me encantan vuestros productos, la intención que ponéis en ellos, lo bonito que lo hacéis… Lo bien que me siento llevándolos.. Gracias por TODO
Tenía ganas de encontrar una.marca de maquillaje que fuera lo más natural posible, con los menos químicos posible y al mismo tiempo que sus acabados fueran como los de los cosméticos superventas (cargados de químicos, la mayoria).
Por eso estoy probando los productos de saigu. Todavía me faltan por probar unos cuantos, pero hasta ahora el iluminador y bronces me encantan.
Gracias x cuidarnos y a la vez nos veamos tan bellas!!!
Yo lo que he probado me ha encantado de verdad Muchas gracias por lo que hacéis.
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