Cuando ves un producto en la estantería de una tienda o en las redes de una marca, seguro que no te imaginas el camino que ha tenido que recorrer desde la imaginación de una persona hasta que lo puedas tocar con tus manos. En Saigu Cosmetics recibimos muchas preguntas de '¿cuándo sacaréis un protector solar? ¿y la bruma? ¿ojalá lanzarais ya las sombras?'... Y en el equipo nos decimos: 'madre mía, si supieran lo que cuesta crear un producto...', así que hemos decidido contarte la odisea que hay detrás de cada uno de ellos.  

Desde que tenemos la idea

Con mucho, MUCHÍSIMO, tiempo de antelación nos ponemos a reflexionar qué productos queremos crear. Como siempre, buscamos que tengan ingredientes naturales pero también resultados naturales y no queremos que simplemente tengan efectos estéticos, sino también que tengan principios activos y que también cuiden tu piel. Por eso buscamos aceites ricos en vitaminas antioxidantes, con propiedades nutritivas e hidratantes. Y, evidentemente, también nos fijamos en lo que se lleva, lo que está de moda y lo que está por crear. 

Empezamos a trabajar la fórmula

Tomamos la fórmula de un producto tradicional y empezamos a buscar ingredientes naturales para sustituir los derivados del petróleo que no queremos incluir. Empezamos a hablar con proveedores, a investigar si están acordes a nuestros valores de sostenibilidad, pedimos muestras y empezamos a hacer pruebas. Vamos probando diferentes fórmulas hasta que damos con una que nos encaja y empezamos a hacer pruebas con ella.

Buscamos los mejores envases

Mientras en el laboratorio buscamos la fórmula perfecta, también estamos buscando el mejor envase para ese producto. Esta es una tarea complicada porque intentamos evitar Asia, que es donde prácticamente todas las marcas fabrican sus envases, y buscamos proveedores locales o, al menos europeos. Evidentemente los precios son más altos (a veces 4 o 5 veces más) y las cantidades mínimas que se pueden pedir son ingentes (decenas de miles de unidades), así que es una fase muy delicada del proceso de producción.

Mejoramos el producto hasta que nos enamora

Las pruebas para ver si tenemos un buen producto las vamos haciendo tanto entre miembros del equipo, amigos y familiares como organizando 'focus groups'  para que personas que suelen utilizar este tipo de productos nos den su opinión. También contamos con la opinión de grandes prescriptoras de belleza que nos aportan su gran experiencia en la industria. Así, en función del feedback que recibimos, volvemos al laboratorio y hacemos los ajustes necesarios para quedarnos con la fórmula que haya enamorado a más personas. 

Hacemos tests de seguridad y compatibilidad

Después llega la fase de testeo oficial según las leyes de seguridad en cosmética y también hay que hacer pruebas de compatibilidad con el envase que hayamos seleccionado. Esto significa que tenemos que dejar el producto en el envase que queramos utilizar al menos 3 meses para asegurarnos de que no hay ninguna reacción rara y que todo está en orden. 

Pedimos los ingredientes y los envases

Una vez que estamos seguros, ya pasamos el pedido de los envases y también las cantidades de ingredientes que vamos a necesitar para la fabricación del todos los productos. Hasta ahora habíamos trabajado con muestras, pero ya la cosa se pone seria y nosotros un poco nerviosos por si lo hemos hecho todo bien y no hay ningún fallo. Estos pedidos, especialmente el de los envases, suelen tardar al menos 3 meses en llegar, porque los proveedores también los tienen que fabricar, así que, mientras tanto vamos trabajando en otras cosas. 

Pensamos cómo comunicarlo

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Nos habéis preguntado mucho de dónde vienen los nombres de mujer que tiene cada tono del nuevo corrector y nos hace mucha ilusión haber generado esa curiosidad. Era precisamente lo que buscábamos y vamos a ir desvelándote poco a poco los apellidos y las historias de estas mujeres fuertes e inspiradoras a las que queremos rendir este homenaje. ⠀ ⠀ La primera es Jane Goodall. Esta primatóloga londinense que se ha pasado su vida estudiando a los chimpancés y luchando por que dejemos de contaminar su hábitat natural con nuestro estilo de vida invasivo y destructivo.⠀ ⠀ Goodall llegó a África cuando tenía 23 años para estudiar el comportamiento de los chimpancés durante 6 meses y se ha pasado casi 60 años. Durante este tiempo ha publicado 26 libros, decenas de artículos científicos y varios documentales sobre el comportamiento animal, pero también de cómo el nuestro les perjudica y destruye el planeta que todos compartimos.⠀ ⠀ Si quieres conocer más sobre Jane Goodall, puedes ver el documental 'Jane' disponible en @netflix.es y seguir su actividad en @janegoodallinst

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Cuando ya tenemos claro cómo será el producto y qué propiedades tendrá, desde el equipo de comunicación le empezamos a dar vueltas para poder transmitir todas esas cualidades y ese esfuerzo por la sostenibilidad que se ha hecho hasta ahora. Sentimos que tenemos la responsabilidad de comunicar bien el trabajo de nuestros compañeros hasta el momento, así que le ponemos mucho cariño y horas de reflexión a esta parte. 

Diseñamos el packaging

Al principio tuvimos que buscar proveedor local también para las cajas de cartón en las que van los productos pero, ahora que hemos encontrado uno que nos encanta, le pasamos las medidas y el diseño de la nueva caja y pasamos el pedido de todas las unidades que necesitamos. 

Toca hacerle las fotos

Con las muestras definitivas que ya vamos teniendo tenemos que empezar a hacer fotos, tanto de los productos para ponerlos en la web como de modelos para que puedas ver cómo queda. Aquí hay dos dificultades importantes! La primera es que en función de la luz que haya los colores de los productos pueden cambiar muchísimo, así que se puede dar el caso de que el color de la foto no se parezca en nada al del producto. Así que tenemos que hacer ajustes y tener muchísimo cuidado para que el resultado sea lo más parecido posible.

Por otra parte, como en Saigu no queremos transmitir un modelo único de belleza, buscamos personas lo más diferentes posible para mostrar los productos. Pero esto no es fácil porque quien se profesionaliza en esto suele tener una belleza normativa y, si probamos con personas sin experiencia, la sesión de fotos puede que se complique porque se ponen nerviosas delante de la cámara y no sale lo natural que nos gustaría.

Fabricamos y envasamos

Mientras sucede todo esto, ya pasamos a la fabricación y envasado de la cantidad de productos que estimamos que se van a vender en función del número de mensajes de Instagram que hemos recibido preguntando: ¿y cuándo sacaréis un corrector? ¿Vais a hacer coloretes?... Jeje, no, es broma, solemos hacer las cantidades mínimas que podamos y luego vamos fabricando más en función de cómo van las ventas. Por si no lo sabías, la fabricación y el envasado se hacen en la provincia de Barcelona, todo cerquita. 

Diseñamos la campaña de redes

A estas alturas ya le hemos dado vueltas a qué hacer en redes para hablarte del nuevo producto. Últimamente nos hemos animado a ir dando pistas, pero intentamos no ser demasiado malos con eso porque no es nuestra intención crear falsas necesidades ni fomentar el consumismo. Pero claro, como imaginarás, después de hacer todo lo anterior, tenemos unas ganas locas de lanzar el producto y ver si gusta.

¡Por fin el lanzamiento!

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Generalmente, antes del lanzamiento nos entra la ansiedad y creemos que va a salir todo mal, como cuando estás antes de un examen y crees que no te sabes nada de lo que has estudiado... Así que esperamos con mucho entusiasmo los primeros comentarios y los vamos compartiendo con todos los miembros del equipo para que puedan respirar tranquilos. Nos leemos todos y cada uno de los mensajes y te agradecemos de corazón, que le dediques unos minutos de tu vida a escribirle a esa gente que te ha mandado una caja de maquillaje. 

 Y también que te haya apetecido saber los intríngulis que hay detrás de cada producto. Si te ha parecido interesante, iremos contando más cosillas para que nos conozcas mejor por dentro.