"A mí últimamente me lo dicen mucho.... y ya me cansé de esto mismo, de que me vean guapa solo si pierdo peso. Mi contestación de un tiempo pa'cá: yo siempre he sido guapa, con más kilos y con menos". Esta era la respuesta de una usuaria de Instagram que colgábamos en la cuenta de Saigu hace un mes.

Pues sí, acabemos con la maldita frase de: "Cuánto has adelgazado, qué guapa estás". Con esa y que con muchas otras que son fruto de un modo de entender la belleza que se limita al 90-60-90. ¿A cuántas de nosotras no nos han dicho si estamos cansadas un día en el que no nos ha apetecido maquillarnos? No, simplemente es nuestra cara, he dormido perfectamente, deberíamos contestar. ¿A cuántos chicos les llaman "tirillas" porque son delgados? Y por qué no hablar del "sin maquillar estás más guapa". Bueno, estaré como yo quiera estar con o sin maquillar.

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Cada vez que asociamos la belleza con la delgadez, y lo manifestamos abiertamente, nuestra declaración al mundo está siendo: "oh, qué guapa estás con menos kilos, no engordes, que tu cuerpo esté perfecto, así sí". Qué os parece si empezamos a tratarnos bien, si empezamos a ser conscientes del poder que tienen nuestras palabras, si probamos a ver belleza sin asociarla a nada. Simplemente viendo lo bonito, porque sí. ¿Te has dado cuenta de si tú también lo dices? Cuéntanos en los comentarios 👇

Una publicación compartida de Saigu Cosmetics (@saigucosmetics) el 11 Oct, 2019 a las 12:00 PDT

Los estereotipos cansan, en los peores casos hacen daño. No sabemos qué hay detrás de un aspecto físico y lo cierto es que nadie ha pedido la opinión del que normalmente la expresa. Por eso ha llegado el momento de estar encantados con nuestra imagen sea la que sea y entender que hay miles de tipos de belleza. Se acabaron los moldes y las opiniones las podemos empezar a apuntar en la lista de cosas que nos importan una m*****.

Que no te impongan nada

"Sonríe que estás más guapa", es otra de las frases que hay que erradicar. Que las redes hayan impuesto una tónica de felicidad constante es una cosa, que la tristeza o la inquietud hayan desaparecido es otra. Si no estamos bien por dentro, no tenemos que forzar una expresión por hacer felices a los que nos rodean. Las chicas tampoco tenemos que esforzarnos por ser más guapas, ni los chicos más guays, como diferenciaban los polémicos bodys que Zara tuvo que retirar hace cuatro años.

El maquillaje ha servido muchas veces precisamente para disimular todos estos ¿fallos? Es mejor pensar que lo utilizamos para lo contrario: para mostrar lo mejor de nosotros mismos. Este mismo año la decisión de Inditex de anunciar sus nuevos labiales con una modelo con la cara lavada y las pecas al natural despertó las mismas críticas que alabanzas entre los usuarios de las redes sociales del país. Un síntoma de que algo está cambiando, de que queremos más naturalidad, aunque algunos se resistan. Son muchos los signos que nos indican que los productos de belleza ya no son una imposición para cumplir con la norma sino una herramienta para expresa lo que somos.

Las bellezas son múltiples

En 2012 la entonces parlamentaria británica Jo Swinson impulsó la Campaña por la Autoestima y pidió en una carta abierta a las revistas de belleza que dejaran de promover dietas milagro que no existen, de mostrar efectos milagrosos de productos de belleza y modelos de cuerpo inalcanzables. Estamos de acuerdo con Jo, mejor fomentar el bienestar personal y la aceptación de uno mismo que metas imposibles vacías y frustrantes. Swinson acaba de ocupar el cargo de jefa del partido liberal y no ha dudado en enfrentarse a los comentarios machistas del primer minstro Boris Johnson: "Si cree que ser mujer es algún tipo de debilidad, está a punto de descubrir que no".

"Una mujer fuerte". En principio puede parecer que no esconde nada negativo, pero la actriz que interpretaba a Daenerys Targaryen en Juego de Tronos, Emilia Clark, nos hizo reflexionar a todos al quejarse de que no pararan de preguntarle por su personaje utilizando esa expresión. "¿Crees que la protagonista de una película va a ser una mujer débil? No soporto tener esta conversación, así que ya es suficiente con las mujeres fuertes, por favor". De hecho, Clarke utilizó a los protagonistas masculinos como ejemplo al señalar que rara vez nos referimos a ellos como "hombres fuertes".

Eliminar de raíz

¿Por qué no pasar de una imagen de una mujer feliz y sin problemas para vender una máscara de pestañas a una persona normal con la que cualquiera pueda sentirse identificado? ¿Por qué no dejar de emitir juicios, por muy bien intencionados que sean? Vamos a proponernos eliminar de raíz algunas expresiones que no aportan nada y a favorecer que todos nos sintamos poderosos gordos, delgados, con maquillaje o sin él, sonrientes o serios.