Sarpullidos, sudoración excesiva, espinillas, granitos, rojeces, sequedad... La cantidad de consecuencias que afronta nuestra piel cuando los termómetros se elevan sin control es amplia. En sus casos más extremos, hablamos de manchas solares, dermatitis o melanoma. Por eso, es necesario prestar más atención que nunca al órgano más grande del cuerpo con el calorazo del verano.
Mucha hidratación, mucha protección y mucha limpieza son los tres pilares que mantendrán tu piel tan sana como en cualquier época del año. El sol puede quemar hasta el punto de producir ampollas, envejece, genera arrugas y puede tener efectos altamente nocivos a medio y largo plazo. No hay que tener prisa por ponerse morena/o.
Una barrera contra el sol
Vale, empecemos por lo fácil. A estas alturas seguramente no sea necesario recordar la importancia del protector solar, pero por si acaso hay algún despistado, insistimos. Hay que aplicarselo durante todo el año, pero más intensamente en las fechas estivales. Y no hablamos de crema de 10, ni de usarla solo en la playa o en la piscina. Alta graduación y en cualquier momento del día. Y si puedes completar con sombreros y gafas de sol, pack completo.
La cara oculta del aire acondicionado
Tal vez hayas notado que entre junio y septiembre los ojos se te secan más en la oficina. Es el efecto perverso en la piel y las mucosas que tiene el aire acondicionado que tantas veces nos salva de morir asfixiados. Es importante tener a mano un botecito de crema y de labial hidratante en el cajón del escritorio y que los utilices incluso antes de llegar a percibir esa sequedad.
Quintales de agua
Otra clave más o menos facililla y que nos repiten hasta la saciedad expertos, medios de comunicación, familiares y, en definitiva, cualquiera que se preocupe mínimamente por nosotros. Hay que beber agua y otros líquidos como zumos constantemente y si podemos refrescar la piel de vez en cuando, mejor que mejor. Si no está del todo fría, contribuye a equilibrar la temperatura corporal, aunque entendemos que a determinadas temperaturas, tu boca solo pide hielo.
Qué alimentos son los mejores
Frutas y verduras serán siempre un acierto en lo que a recomendaciones saludables se refiere. La maravillosa sandía, que aporta una inmensa cantidad de líquido, y los frutos rojos, que ayudan a dilatar los vasos sanguíneos, son dos excelentes opciones. También puedes meterte en la piel de un beduíno y tomarte un té caliente, como lo oyes. Consumir bebidas calientes puede ayudar a producir sudoración y a liberar calor corporal. Lo mismo ocurre con los alimentos picantes.
¿Me puedo poner maquillaje?
Por su-pues-to. Solo hay que fijarse en la composición de los productos, especialmente de las bases y procurar que sean lo menos grasas y lo más naturales posibles. Recuerda: lo importante es que la piel respire y que no haya una especie de máscara que te aprisiona. Algunos trucos: prueba con el maquillaje en polvo y limpia bien tu cara con tónico antes de aplicar la base para eliminar cualquier rastro de grasa. Otra pista que puede ayudar es poner el maquillaje en la nevera un rato antes de aplicarlo.
Que tu look deje a tus poros respirar
La transpiración es muy importante. Podríamos hacer una camiseta con esta frase. Es necesario llevar prendas amplias y frescas que permitan que la piel respire y que no obstruya los poros. Humedecer la ropa es contraproducente. Hay que tener esto en cuenta especialmente si vas a hacer deporte.
Cómo limpiar(te) cuando sube la temperatura
La exfoliación es uno de los rituales de belleza favoritos de muchas de nosotras. Que levante la mano la que no siente ese gustillo al pasar la mano por la piel y notarla durante unos minutos como el culo de un bebé tras haber frotado con la crema exfoliante. Cuando sube la temperatura no hay que perder esta costumbre, aunque no hay que olvidar hidratar la piel intensamente antes de exponernos al sol. En la temporada veraniega es conveniente utilizar un exfoliante más suave que el resto del año, nunca si tienes la piel enrojecida por el sol. Si tienes tendencia al acné, no olvides el gel limpiador una vez al día.
Otro elemento que puede afectar a nuestro cuerpo en verano es el cloro. Para que esto no suceda es necesario ducharse cada vez que se sale de la piscina.
Lascia un commento