Imagina que te compras una base de maquillaje nueva con toda tu ilusión, has oído hablar maravillas de ella, de sus efectos, de su duración, de sus resultados… Te llega a casa, la abres, instintivamente te la llevas a la nariz y te llega un olor a rancio super desagradable. Y encima, te la aplicas y te van viniendo ráfagas de ese olor a lo largo de todo el día. Seguro que tu relación con ese producto no sería muy duradera...
Los perfumes en cosmética se utilizan, por un lado, para neutralizar el olor de las materias primas, que no siempre tiene por qué ser agradable o, simplemente, para mejorar la experiencia sensorial del producto. El olfato es uno de los sentidos más emocionales que tenemos, está conectado con regiones muy primitivas del cerebro que nos traen recuerdos o nos graban experiencias. Por lo tanto, es importante que tus productos de cosmética tengan un buen olor, o al menos no huelan a nada.
Pero el mundo de los perfumes es muy amplio y vasto y, especialmente en cosmética natural, tenemos un dilema muy grande que te vamos a explicar a continuación. Te hemos explicado en otros artículos que no significa lo mismo ‘natural’, que ‘sostenible’, y los perfumes naturales y sintéticos son el ejemplo perfecto para que lo entiendas.
Perfumes naturales
Ya sabes que en la naturaleza tenemos un amplio abanico de olores procedentes de las plantas y las flores y, obviamente, los perfumes naturales se extraen de ahí. Se crean a partir de los aceites esenciales pero estos tienen dos problemas muy importantes: por una parte, la inmensa mayoría de ellos contienen compuestos alérgenos y, por otra, son lo menos sostenible que hay en el mundo.
Por naturaleza, los aceites esenciales tienen componentes químicos que se han identificado como potencialmente alérgenos y las leyes obligan a especificarlos en la etiqueta si se introducen en algún producto cosmético. Por ejemplo, uno de los más comunes es la cumarina, que se encuentra en la lavanda y está en la lista de ingredientes alérgenos de obligatoria declaración. Así, las personas con la piel sensible o que tienen detectada una alergia a alguno de estos componentes, pueden saberlo mirando la lista de ingredientes.
El otro problema que acarrean los aceites esenciales es la forma en la que se obtienen. Para obtener un litro de aceite esencial de rosa damascena se deben explotar 4.000 kilos de pétalos, según datos recogidos en este artículo de El País, y eso produce unas consecuencias nefastas para la tierra en la que se cultivan y para el planeta en general.
Perfumes sintéticos
La alternativa sería los perfumes total o parcialmente sintetizados. Estos solucionan el problema de los alérgenos, porque pueden utilizar parte de los aceites naturales pero eliminarles los compuestos que pueden generar reacciones, o directamente crearlos en el laboratorio. Esta opción también resuelve el problema de la sostenibilidad porque, evidentemente, se gasta una fracción de la materia prima.
¿Cuál es el dilema?
Como te hemos explicado en otras ocasiones, las cosas no son blancas o negras y todo depende de tus prioridades y del nivel al que quieras profundizar. Si tú decides que quieres usar productos 100% naturales y es lo más importante para ti, pues en algunas ocasiones tendrás que pasar por alto la sostenibilidad en los procesos de fabricación o que contengan ingredientes de origen animal, en lugar de otros sintetizados.
Pero a lo mejor no lo tienes tan claro y prefieres renunciar a ese 0,5% de ingrediente natural porque también te importa la sostenibilidad o que tu cosmética sea vegana. Pues ahí es donde reside el dilema de los perfumes en la cosmética, uno con el que en Saigu Cosmetics nos tenemos que enfrentar cada vez que formulamos un nuevo producto.
¿Y cómo lo resolvemos?
Optamos por la transparencia, que suele dar mucho más trabajo que simplemente poner cuatro claims publicitarios y quedarnos en la superficie. Nos vemos obligados a hacer también una labor de divulgación y educación, porque queremos que tengas toda la información como consumidor/a para que tomes las decisiones que sean más coherentes con lo que piensas.
El de los perfumes naturales frente a los perfumes sintéticos es un debate interno que hemos tenido en Saigu desde el principio. Siempre te hemos contado que nuestra prioridad es tener ingredientes naturales y sostenibles pero a veces nos toca incluso elegir entre estas dos opciones.
De la gama de nueve productos de maquillaje que tiene la línea de Saigu actualmente, siempre que se puede, evitamos los perfumes. Por ejemplo, el iluminador, el corrector, la máscara o el lápiz no contienen ninguno. Consideramos que no los necesitan y que menos es más. Los que sí contienen perfume es por diferentes razones y de diversas procedencias.
Base de maquillaje
Los productos que se ponen en la piel del rostro son los más susceptibles de llevar perfumes porque se aplican cerca de la nariz y para hacer la experiencia más agradable. Nuestra base de maquillaje, que es uno de los productos más queridos y vendidos, está hecha de ceras y aceites naturales que, sinceramente, no huelen especialmente bien, como te decíamos al principio del artículo. Así que, era totalmente imprescindible añadir la mínima cantidad de perfume necesaria simplemente para neutralizar ese olor y para hacerte el día a día más agradable.
De manera que su fórmula contiene un 0,3% de un perfume natural floral muy muy sutil que, sí contiene tres de los componentes potencialmente alérgenos que son de obligada declaración. Si te fijas en su INCI, verás que aparecen el Linalool, el Geraniol y el Limonene. ¿Significa esto que la base de Saigu es alergénica o no apta para pieles sensibles? En absoluto, de hecho estos 3 compuestos suponen una ínfima fracción del perfume y el resto de ingredientes del producto están pensados deliberadamente para ser lo más amables con todas las pieles y además tienen activos que se utilizan en tratamientos para mejorar el aspecto de tu piel.
Pero, como hemos explicado en otras ocasiones, no hay que confundir ingrediente natural con algo bueno para la salud, bueno para la piel o que evita irritaciones o reacciones alérgicas. Porque ya has visto que en la naturaleza abundan los compuestos que nuestra piel potencialmente puede rechazar.
Los pintalabios cremosos y mate
Es importante que los labiales, especialmente los naturales, contengan aromas porque, además de que están muy cerca de la nariz, también entran en contacto con la mucosa (en este artículo te contábamos que nos comemos el 80% del pintalabios). Por eso, si de nuevo tenemos una combinación de ceras y aceites que, por muy naturales que sean, no nos huele bien, pues no tendremos una experiencia agradable ni la querremos repetir todos los días.
Los pintalabios mates y cremosos de Saigu tienen un perfume natural afrutado que no contiene ningún tipo de alérgenos, por eso su presencia es un poco mayor, es del 1%, pero sin ser demasiado invasivo.
Los pintalabios velvet y colorete
Cuando creamos la línea de labiales velvet, que son 100% veganos y tienen una textura hiper sedosa pero una cobertura similar al mate, le añadimos un perfume natural avainillado que tuvo muchísimo éxito. A muchas personas les recuerda a las galletas de su abuela (porque los postres suelen llevar extracto de vainilla) y a otras tantas les entran ganas de comerse el labial (¡pero recordamos que no es comestible!:)).
En este caso el perfume también es natural, su concentración es del 1% y no contiene alérgenos porque es más fácil evitarlos en los olores dulces, donde se complica la cosa es en las fragancias más frescas y florales. Y este mismo perfume se lo añadimos también al último lanzamiento, el colorete, porque sabíamos que sería una apuesta segura y os volvería a encantar.
Como ves, el mundo de los perfumes en cosmética es uno complejo y controvertido. En Saigu Cosmetics invertimos mucho en Investigación y Desarrollo porque estamos convencidos que llegará un día en que podamos proporcionarte productos con fragancias naturales, que no contengan alérgenos y que sean también sostenibles. Pero por el momento tenemos que decidir dentro de lo que hay y queremos informarte del porqué de cada decisión para que tú también puedas tomar la tuya.
9 commenti
Pues a mi la base, desgraciadamente, si me ha dado alergia. Gracias por vuestra “transparencia” con este artículo pero creo que se deben siempre buscar alternativas al perfume/ fragancia y que el hecho de que lo incluyáis es MUY contradictorio con lo que promovéis a primera vista si no se indaga un poquito mas… lo que le llega al 95% de la audiencia que compra vuestros productos o ve vuestros anuncios es que sois naturales y sostenibles, lo que está reñido con usar “perfume” en la formulación de un cosmético! ¿Por que? Porque el perfume es un disruptor endocrino, altamente tóxico y esta más que demostrado que está relacionado con el cáncer! Pero claro, podéis decir lo que queráis y es fácil justificar que es poquito, un poquito de aquí u otro poquito de allá se convierte en mucho y es dañino para la salud, y a eso estáis contribuyendo de igual forma que el productor que mete “perfume” en el jabón de manos mientras os autodenominais naturales y sostenibles
Ojo, el perfume aparece listado por separado del Linalool, el Geraniol y el Limonene en vuestra lista de ingredientes, en el artículo se dice que el perfume SON estos tres ingredientes, pero se lista totalmente separado, por lo que si, lleva Linalool, Geraniol y Limonene, pero TAMBIÉN LLEVA PERFUME, y esto no estáis obligados a decir que contiene exactamente
Aquí se explica muy bien: https://www.libresdecontaminanteshormonales.org/2018/10/10/la-palabra-fragancia-y-sus-secretos-toxicos/
¡Gracias de nuevo por acercar al consumidor una info tan completa!
Los aceites esenciales son un tesoro para la salud, siempre que se usen adecuadamente. La aromaterapia cura, o como poco, alivia muchas dolencias de forma rápida y efectiva, sin efectos secundarios.
Siempre que sean diluidos en el portador y al porcentaje correcto, y aplicados en las zonas permitidas evitando las mucosas, no hay problema. Ni siquiera de alergia, aunque por supuesto, como bien decís, hay que indicarlo en el INCI porque toda precaucion es necesaria. Cada organismo es un mundo y su reacción puede ser diferente. Por ello, con los aceites esenciales se trabaja en cantidades muy pequeñas y no todos sirven para todo ni todos. Es muy importante a la hora de usar un aceite esencial preguntarse el “para qué”.
En cuanto a la sostenibilidad, todo depende del tipo de cultivo que se haga, si es ecológico, también es vegano, sin duda. Los aceites esenciales de flores son los más caros, porque tienen un bajo rendimiento en su extracción. La rosa damascena cuesta unos 200 euros los 2 ml. Es la más cara. Pero hay otros más razonables y que huelen maravillosamente. Lavanda, neroli, bergamota, azahar…
Periódicos como El País, o cualquier otro, debería especificar todo esto que digo, y de camino, hablar de la sostenibilidad que no tiene la producción de carne, la creación de sustancias sintéticas, el cultivo transgénico, la fabricación de ropa lowcost…
Sí a los aceites esenciales usados de forma correcta. Siempre.
¡Me encanta vuestra faceta educativa!
Por ejemplo, no tenía ni idea de que los aceites esenciales no eran sostenibles.
Me ha gustado mucho leeros, he aprendido muchas cosas y acabado de entender bien otras cuantas.
¡Muchas gracias! (por ser como sois ❤)
Muchísimas gracias por tan valiosa información.
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