¿Qué es el alma de una marca? ¿Las marcas tienen alma?, te preguntarás. ¿O nos estamos apropiando de un concepto filosófico/espiritual muy profundo para hacer marketing de nuestros productos? Pues a nosotros sí nos gusta pensar que Saigu tiene alma. Entendiéndola como una esencia, un origen, una voz que te susurra hacia dónde tienes que ir y que, cuanto más conectado estés a ella, mejor te irá en la vida. Por lo tanto, si las personas tenemos esa dimensión profunda, queremos creer que también la tienen los proyectos, y la del nuestro está arraigada en medio del Mediterráneo.

Las dos personas que crearon Saigu de la nada nacieron en la isla de Menorca y actualmente el equipo está dividido entre Valencia y Barcelona. Un triángulo de enclaves bañados por el Mediterráneo que, más allá de ser un elemento geográfico, es también una cultura, una estética, una forma de ver el mundo, de hacer las cosas y de vivir la vida. 

Por eso en esta etapa de Saigu, ya con seis largos años a nuestra espalda, llegando a un momento de cierta madurez del proyecto en el que seguimos sacando nuevos productos y creando nuevos espacios para compartirlos contigo, hemos decidido volver a nuestros orígenes para buscar inspiración, fuerza y dirección. No queremos que al crecer nuestra esencia se diluya, sino que nos gustaría encontrar la manera de multiplicarla exponencialmente. Y, ¿cuál es nuestra esencia? Pues nuestros valores, aquello que nos importa y que le da sentido a nuestro trabajo.

Lo sostenible y lo local

Aunque ya sea un término manido del que se han apropiado muchos para lavar su imagen, el profundo amor por la Tierra fue el impulso creativo del que nació Saigu. Gerard es una persona muy sensible con una enorme conexión con la naturaleza que desarrolló desde pequeño en su Sa Mesquida natal. En esta pequeña localidad menorquina se pasaba los veranos saltando desde sus vírgenes acantilados y escudriñando con sus gafas de buceo cada pez, cada erizo de mar, cada alga y cada roca.

Eso le llevó a casi enfermar cuando, ya adulto y en el mundo laboral, como químico experto en cosmética de color, se veía obligado a anteponer los intereses económicos a los medioambientales. Es decir que había que producir lo más barato posible sin importar el impacto que eso tuviera en el planeta, ecosistemas, etc. Y él en su cabeza se decía ‘esto se tiene que poder hacer mejor’, mientras la incongruencia con sus valores le pasaba factura en su salud mental y hasta física.

Calidad

Y con esa promesa nació Saigu, la de hacer las cosas bien. Pero, ¿cómo ser sostenible también económicamente compitiendo con aquellos que priorizaban los márgenes de beneficio? Pues con una calidad indiscutible. Y para eso teníamos que controlar nosotros todo el proceso. Elegir minuciosamente los ingredientes en lugar de contratar a un tercero, formular, fabricar y preparar los pedidos. Queríamos llegar a estar en boca de todos, o mejor dicho, en la piel de todas, a pesar de que los costes de todo este control son altos, pero nos permiten garantizar la calidad y los valores. Y hemos llegado con creces. 

Ya no hay shooting, pasarela o alfombra roja que se nos resista, hemos maquillado a celebrities nacionales e internacionales, hemos estado en rodajes de numerosas películas y por supuesto hemos sido la marca de maquillaje oficial de los premios Goya 2025. Y todo ello gracias a haber enamorado a las y los profesionales del maquillaje que han encontrado en nuestros productos un aliado para hacer su trabajo. Cuando tienes que maquillar para un evento multitudinario en el que la persona estará expuesta a cientos de cámaras y sometida a miles de miradas, no te la juegas con un producto a menos que sea de la mejor calidad.

Estilo de vida (fácil de usar)

Porque aquí en el Mediterráneo, el compromiso con la calidad no está reñido con la calidad de vida. Lo bueno que tienen nuestros productos es que son fáciles de usar tanto para una maquilladora profesional como para una persona simplemente quiere irse a tomar algo con sus amigas a una terracita y verse guapa en el espejo del ascensor bajando a la calle. 

Nuestro estilo de vida es muy de salir, de estar con los nuestros, de conectar con las personas y también de ser nosotros mismos. Por eso tal vez no nos apetezca dedicarle al maquillaje y a la cosmética una rutina de varias horas, sino que con cuatro brochazos veamos como se iluminan nuestros rasgos. Aunque sepamos que esos mismos productos también estarán ahí para sostenernos cuando tengamos un eventazo en el que queramos transformarnos en la protagonista del cuento. 

Belleza

Aquí otra de las cuestiones que nos caracterizan en el Mediterráneo y es la concepción de la belleza. Encontramos agradable a la vista aquella piel sana, con brillo propio y sombra propia de un tono bronceado saludable. Nos gusta reforzar de forma natural los rasgos que ya sabemos que nos hacen bellas y aprender a amarnos tal y como somos.

Eso es un enorme pilar en la filosofía de Saigu. No queremos transmitir que necesitas nuestros productos para salir de casa sino invitarte a amar con todo tu corazón el reflejo que te devuelve el espejo por las mañanas, a quererte con locura, sin condiciones, y a partir de ahí, maquillarte cuando te apetezca darle color a ese amor propio inquebrantable. 

Inclusividad

No puede haber nada, ni las manchas, ni las afecciones, ni las arrugas, ni la edad que justifique que no te hables bonito en tu cabeza. Sabemos que eso hay que trabajarlo con un buen terapeuta y deconstruir décadas de mensajes de autosabotaje. Y en Saigu queremos ser también parte de ese contra movimiento que te pide que te abraces seas como seas. 

Por eso nuestros productos están deliberadamente formulados para las pieles más sensibles, más delicadas, las que tienen manchas, marcas, líneas y particularidades. Si fuera verdad aquello que dicen de que la piel es el espejo del alma, nosotros queremos acariciar la tuya con los productos más amables para tu piel y para eso nos basamos en los valores que nos da nuestro querido Mediterráneo.

Porque volver al origen no es retroceder, es recordar quiénes somos para avanzar con más fuerza. En Saigu, queremos seguir caminando contigo, fieles a lo que nos trajo hasta aquí: el Mediterráneo, la piel, la honestidad y el alma.