Esto de crear una marca de maquillaje es un poco como subir el Everest, ya te imaginas que será difícil, pero no tienes consciencia de todos los obstáculos que te vas a encontrar por el camino. Cuando empezamos en enero de 2018 pensábamos que íbamos a llegar a lanzar para el Black Friday (en noviembre) o al menos para Navidad. Pero las circunstancias nos hicieron un gran 'ja-ja' en la cara y nos fuimos a febrero de 2019.
Así que ahora os queremos contar un poco algunos secretos de ese proceso, el contenido de algunas de las decenas de reuniones que tuvimos durante esos largos meses, cómo conseguimos crear los productos que tenemos y todos los contratiempos que fueron surgiendo.
1. Todavía nos acordamos de cuando Saigu aún no era Saigu y lo que nos costó dar con el nombre. Hicimos listas y listas de las que íbamos descartando, hacíamos votaciones... y había por ahí un parque natural chino llamado Juizhaigou que a alguien acortó como Zaigou y a otro le sonó a [s'aigu] en menorquín (que significa el agua y se escribe 's'aigua' ). Lo dejamos reposar unos días, lo consultamos con amigos y familiares, le vimos el sentido de la transparencia del agua, de nuestra Menorca querida, y nos quedamos con Saigu Cosmetics.
2. Para el logo también hubieron muchas opciones, idas y venidas, 'a mí me gusta el segundo y el cuarto', 'pues a mí el primero y el cercero'... Lo hicieron los chicos del estudio de diseño Empirik y finalmente nos encantó esta opción que entre la A y la U dibuja una gota y en el Cosm-etics podemos dejar intuir lo importante que es la ética para nosotros.
3. En paralelo estábamos formulando también los productos y, en cuanto tuvimos una versión medianamente digna, organizamos lo que se conoce como 'focus groups' y que son personas que los prueban y dan su opinión. Que si para mí es demasiado denso, huele fuerte, no cubre lo suficiente... todo lo anotábamos y volvíamos al laboratorio para sacar una versión mejorada. Así hasta que conseguimos que prácticamente todo el mundo nos dejara las hojas de sugerencias en blanco: 'Simplemente me encantan!'.
4. Luego tocó elegir qué colores sacábamos de cada producto y también qué nombres les poníamos. En los pintalabios tiramos por nombres de calas y localidades de Menorca y para los demás mezclamos palabras random que nos gustaba como sonaban con nombres en clave de miembros del equipo ;)
5. De lo más complicado, sin duda, fueron los envases. Ese precioso botecito de cristal o ese labial con imán... Pues resulta que cuando ya por fin habíamos encontrado un proveedor que nos convencía para hacer el pedido de las miles de unidades mínimas que exigen, hubieron unas lluvias torrenciales que les inundaron la fábrica y nos dijeron que nos las entregarían 6 meses más tarde de lo previsto. Así que tuvimos que empezar de cero la búsqueda porque, si no, a estas alturas todavía estábamos esperando.
6. Estuvimos reflexionando mucho sobre temas como el 'toxic free' y el 'cruelty free' de los que hemos hablado en varias ocasiones. Ahora algunas marcas han retirado esos mensajes, pero hace un año se les llenaba la boca diciendo que con sus productos no te ibas a intoxicar y que no torturaban a animales. Cosa que evidentemente nosotros tampoco hacíamos, pero no queríamos meter miedo a las personas sobre la cosmética tradicional ni trabajar con esos términos. Sabíamos que nos iba a costar más hacernos entender, pero ahora estamos convencidos de que ha valido la pena.
7. Una de las cosas de las que más estamos orgullosos es del diseño del packaging de cada producto. Cuando conseguimos un proveedor que las hiciera con material 100% reciclado y reciclable, le estuvimos dando un montón de vueltas a los tipos e letras, las formas, los colores, y nos parece que el resultado ha quedado genial.
8. Eso sí, las primeras cajas en las que os llegaron las bases de maquillaje o los pintalabios las montamos con nuestras manos. Así que estábamos cada uno en su casa viendo la tele y montando cajas para poder mandar productos al día siguiente.
9. Las primeras bases y máscaras también las rellenamos a mano en el laboratorio los fines de semana. Íbamos ahí, nos poníamos nuestra bata, la redecilla para el pelo y los guantes y a darle a la manivela. Afortunadamente pudimos pasarlo a fábrica para que automatizaran el proceso, pero seguro que algunos todavía tenéis productos hechos con nuestras propias manos.
10. Lo de lanzar el 14 de febrero en realidad fue pura casualidad. No es que seamos grandes fans de San Valentin ni que creamos en el amor romántico. Coincidió que justo conseguimos que nos llegaran los envases, llenarlos, hacer las cajas y tenerlo todo listo para ese día. Y desde entonces hemos seguido poniéndole el mismo cariño cada día, pero eso ya lo contaremos en el próximo artículo.
4 comentarios
yo he empezado un par de cosas y me han gustado tanto que ya me he comprado lo que me faltaba, ahora tengo que aprender a usarlos bien y sacar todo su partido
Me encanta vuestra filosofia, me encanta como haceis las cosas y me encanta el resultado!! Sois increibles!!!
Simplemente me encantais y me encantan los productos qu habéis conseguido, la base de maquillaje es espectacular. No he probado otra igual
Que buena idea esta publicación!!!
Os hace mucho más cercanos sin perder ni un ápice de profesionalidad.
Deje un comentario