Ally, Olga y Aura pasarán a los anales de la historia del maquillaje español como los tonos del producto que iluminó el rostro de una generación. ‘Todavía me acuerdo de esa luz, ese tacto, esa aplicación…’, contarán las maquilladoras más veteranas a sus jóvenes aprendices en las masterclass del futuro. Y es que en Saigu nos honra haber conseguido hacer realidad el producto soñado de una referente del maquillaje como es María Catalá. Fue un trabajo duro, de idas y venidas, de cientos de pruebas, de cambios y mejoras hasta que dimos con el iluminador en polvo exacto que quería y lo supimos porque se le cayó la lágrima y dijo: ‘¡este es!’.
Se comenzó a vender en junio de 2022 y un año más tarde ya estamos agotando la última tirada para los que se dejaron dominar por la duda o quieren reponer para que no se les acabe nunca. Si ya lo tienes en tu casa, lo sabes. Pero, si todavía no, y no entiendes tanto revuelo, ni por qué estamos usando tantos superlativos, le hemos pedido a María que nos ayude a explicártelo.
‘María, ¿qué hace que para ti este sea el mejor iluminador en polvo de la faz de la Tierra?’
- No solo es la fórmula, es el prensado.
Normalmente los iluminadores en polvo se prensan tanto que al final queda un producto seco con el que al pasar la brocha, acabas cogiendo solo partícula y desaparece la base. Con este iluminador, y después de cientos de pruebas en fábrica, conseguimos un tipo de prensado especial con el que la mica y la base se funden y al contacto con la piel no se ve nada de partícula.
- Esto hace que solo haga falta coger muy poco producto.
Con un toque es suficiente, por lo que se utiliza muy poco producto y eso hace que dure muchísimo tiempo. ¡Será muy difícil que te lo acabes!
- Es de larga duración.
Lo he probado de infinitas maneras y en muchos tipos de pieles. Aguanta hasta el final del día y sin necesidad de retocar.
- Tiene una tamaño de partícula microscópico.
Su mica es minúscula y a su vez tiene una gran transparencia, así se consigue un brillo dinámico que cambia con la luz. Lo único que verás es luminosidad. Sin nada de textura y nada de glitter. ¡Un sueño!
- Cumple con el documento oficial ‘No child labor statement’.
Esto era un requisito indispensable tanto para Saigu como para mí, ya que el trabajo infantil en las minas para obtener la mica es algo habitual en países como la India. Nos hemos asegurado de que su extracción esté totalmente regulada.
- Cremosidad, potencia y reflectancia… en un producto natural.
¡Ese ha sido el verdadero reto de la formulación! Como queríamos cumplir con los estándares de sostenibilidad que nos mueven, no podíamos utilizar siliconas, ni polímeros, ni plásticos que modifican la textura a nivel sensorial. Tuvimos que buscar sustitutos ecológicos y veganos que le dieran esa sensorialidad, y encontrar el equilibrio de características en una fórmula compactable.
- Aparece y desaparece con el movimiento.
Lo he repetido infinidad de veces, lo sé! Pero es que para mí es un iluminador mágico. Cuando la luz incide sobre tu piel… boom! La reflectancia que da es preciosa y se nota, pero siempre será una luminosidad real.
- Iluminador hay uno, pero usos… muchos!
Una de las cosas que más me gustan es mezclar y probar. Y en mi experiencia, después de tantos shootings, puedo decir que queda precioso sobre un bronzer o colorete mate. Cualquier producto lo puedes transformar en satinado y quedará precioso. Al no tener partícula evidente la mejilla se ve muy luminosa y glow.
- Doble combo: también como sombra de ojos.
Al tener tan buena durabilidad, lo puedes usar también como sombra. Si mezclas bronzer con iluminador el párpado queda satinado. ¡También puedes hacerlo con cualquier sombra mate!
- El tono ‘Olga’ es el iluminador perfecto para pieles morenas.
Este color fue un reto para mí porque no había ni un solo iluminador en el mercado que quedase bien en pieles morenas. Conseguir este tono perfecto, tan equilibrado que no tirase a demasiado dorado o naranja, llevó su tiempo y muchas pruebas… pero qué bonito al final. ¡Estoy tan orgullosa!
Para el equipo de Saigu y para María este iluminador ha sido como un viaje. Soñado durante mucho tiempo, planeado al milímetro, ejecutado con precisión… Nos ha llevado lejos, muy lejos, nos ha transformado por dentro y por fuera pero, como todo en la vida, sabíamos que algún día tendría un final. Y ese final está muy cerca. Las últimas unidades del iluminador en polvo de María Catalá están a la venta y, cuando se agoten, solo quedará de ellos el luminoso recuerdo, como una estrella fugaz que cruza el firmamento.
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